Sobre mí
Considero que estoy en un continuo desaprendizaje y siempre buscando aquello que me hace sentir viva.
Natural, espontánea y bastante atrevida así me defino y así entiendo la fotografía, no me gustan los artificios ni disfrazar las cosas, no me gustan las poses ni las risas falsas.
Aun no te lo he dicho, me llamo Marta y le cogí prestado el apellido a mi abuela, mujer con muchas agallas. Dicen que me parezco muchísimo a ella y por ella creo que me viene la parte de valentía, fuerza y reinvención. Sobre todo cuando todo el mundo consideraba que ya tenía la vida resuelta y dejo mi carrera como publicista para poder realizar uno de mis sueños, ser fotógrafa.
Nacida en Ponferrada, con sangre, mitad gallega, mitad cabreiresa, pero hija adoptiva de Madrid.

Me encanta contar historias, fijarme en los pequeños detalles y congelar un sentimiento, precisamente por eso me enamoré de la fotografía. Desde bien pequeña he tenido cámara aunque la “buena” no llegó hasta los 18 años cuando estudiaba en la universidad. Ahí conocí de verdad lo que era la fotografía, donde el resultado final lo veías en la casi oscuridad bajo una luz roja y rodeada de el olor tan característico de aquellos líquidos. Solo estabas tu y la cámara, sin retoques, sin pantallas previas.
Me encantan los retos, aprender cosas nuevas y dedicar mi tiempo a todo lo que realmente me apasiona.

No sé estar quieta y siempre estoy pensando en el siguiente proyecto.
Mi madre siempre dice que soy medio bruja y que puedo captar muy bien lo que la gente quiere, por eso y porque me encanta lo que hago creo que podremos hacer un trabajo muy especial juntos, ¿quieres que lleve mi emoción y mi pasión para contar tu historia?